"Científicos en Estados Unidos crearon lo que aseguran que es la primera célula controlada por un genoma sintético. La Iglesia Católica está preocupada por la situación".
"Ésta es la primera célula sintética que ha sido creada", afirmó el profesor Craig Venter, quien dirigió la investigación. Agregó que se llama sintética “porque la célula se deriva totalmente de un cromosoma artificial, creado con cuatro botellas de compuestos químicos, un sintetizador químico y con información inicial de una computadora". “Esto puede ser una herramienta poderosa para tratar de diseñar lo que queremos en biología. Tenemos una amplia variedad de aplicaciones en mente", señaló el científico." (180.com.uy)
Carrera desenfrenada de la ciencia por deshacer lo hecho, esa parece ser la meta en la actualidad. Todo lo que no se pensó antes -Calentamiento Global, por ejemplo- llegó, y el objetivo es volver el tiempo atrás. Reparar, o intentarlo al menos, el daño realizado. La tecnología, en tanto que arma de doble filo, parece ser la herramienta elegida para hacer y deshacer.
Sin embargo, este no es el tema de hoy. Ante la noticia citada anteriormente, vale la pena ponerse a pensar en la postura adoptada por la Iglesia.
"...católicos italianos expresaron su perplejidad y su preocupación tras la creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético, y se pusieron en guardia contra "un salto a lo desconocido" potencialmente "devastador"."
En las palabras resaltadas en negrita parece estar la clave de todo accionar de la Iglesia desde la Antiguedad -donde la moral era Dios, es decir el sacerdote- hasta nuestros días donde, deteriorada por la corrupción y los escándalos, se encuentra oprimida por una era tecnócrata y liberada de los velos y ataduras del pasado.
¿Cual ha sido, entonces, una de las claves en el mecanismo eclesiástico? Para dominar a la manada, la clave es manipular su parte animal. Sin embargo, el hombre es algo más que un animal, el ser humano (algunos) es racional. Entonces, el opresor debe dominar la razón. Esto es lo que hace la Iglesia desde su mera existencia: pone, como diría Nietzsche, "el centro de gravedad de la vida, no en la vida misma, sino en el más allá". Mediante castigos ulteriores, el hombre, oprimido y temeroso de lo que eventualmente podría suceder, se ve obligado a la más degradada humildad ante "Dios". El hombre no es nada, y debe agradecer cada segundo de respiración a Dios -según ellos. ¿Donde está aquel Dios que todo perdona?
Con toda el agua que ha corrido, todavía en este 2010, existen aquellos fantasmas que funcionaban en la Epoca Antigua. Para la Iglesia cada paso que el hombre intente, cada intento por ser un individuo debe ser obturado inmediatamente. La censura al heterodóxo parece ser la nueva arma tardía del sacerdote. Es por esto que lo que puede ser un paso en la evolución, progreso científico, para algunos, para la Iglesia es "un salto a lo desconocido". Y habría que preguntarse ¿qué es lo desconocido para la Iglesia? Todo lo que se salga del estrecho sendero que el hombre, animal de corral, debe seguir sin mirar a los lados.
"El hombre viene de Dios pero no es Dios: es humano y tiene la posibilidad de dar la vida procreando y no construyéndola artificialmente".
Sin embargo ¿qué es natural hoy en día? ¿Que es no artificial hoy? Es una pregunta con una respuesta clara: nada, o casi nada. Desde el momento en que la vida se conserva por respiradores artificiales, aspirinas y demás, no se puede hablar de naturalidad, porque todo es artificialidad. Nada de lo que conocemos existiría si no fuese artificial. ¿Acaso son naturales los recientes casos de pedofilia entre sacerdotes?
Discursos, los de la Iglesia, que se demuestran, otra vez, a contrapelo de lo evolutivo, atrasados en el tiempo, atascados en lo pasado y sin miras de progresar.
"La pesadilla contra la que hay que luchar es la manipulación de la vida, la eugenesia".
Si la religión no es manipulación... ¿qué es? ¿cómo se mantiene, empero, contra el paso del tiempo? Por el arte de la opresión, el terror, la caza de brujas -e individualidad- y la manipulación más brutal.
¿No tiene suficientes asuntos graves la Iglesia para alarmarse por pruebas científicas?