Se termina esto, así que me apuro para tomar los últimos suspiros de esta divertida campaña. En el capítulo de hoy: Los candidatos: el amor y la muerte. En esta entrega, vamos a analizar los espectaculares aforismos de los candidatos al respecto del tema, que fueron recogidos por una entrevista del portal 180.com.uy. Después de todo, algo de reflexión profunda nos tenían que dejar... y no lo hicieron, pero hicieron algo parecido.
Comenzamos con el primer aforismo al cuál vamos a titular así: "Un hombre; el
cuerpo de tres millones".
El candidato Raúl Rodriguez viene hablando del amor y dice al respecto:
"...son personas que son un solo cuerpo, como que uno encuentra a su otra parte. Es un milagro y son muy pocas las veces que se produce. Lo más lindo que uno desea para uno quisiera que el otro lo tuviera. Es importante el amor que uno siente por el pueblo; la motivación que uno tiene por la tarea política es sentir el dolor ajeno, del que no tiene vivienda, que nace en condiciones tremendas de carencias".
Vamos por partes, porque para comprender mensajes como estos hay que estar bien parado. Raúl comprende al amor como lo que une a dos personas en "un solo cuerpo", comprende al amor como el momento en que una persona "encuentra a su otra parte".
Ahora bien, rápidamente, este poeta del pueblo dice: "Es importante el amor que uno siente por el pueblo..." ¿Cómo es eso? Rodriguez define el amor como "un milagro y son muy pocas las veces que se produce", pero rápidamente afirma sentir amor por el pueblo, por todo el pueblo, por tres millones de personas. Entonces ¿en que quedamos? ¿No habíamos dicho que el amor es "un milagro" que ocurre muy pocas veces? ¿Como es posible, entonces, sentir ese "milagro que ocurre muy pocas veces" hacia tres millones de personas? ¿Son tres millones de milagros, o
Rodriguez es el nuevo Cristo?
Dice el portal:
"A Raúl Rodríguez le gustaría creer en Dios: "lo más importante es que uno lo sepa, sea consciente de los tiempos que tiene, y poder dejar una impronta de haber trabajado por los demás en algún sentido, pero todavía no creo en Dios" y recogió algunas palabras de Hamlet, la obra de Shakespeare, cuando dice: "Hay, Horacio, en el mundo, muchas más cosas que nosotros ignoramos". El candidato de Asamblea Popular expresó "yo hasta el momento no he tenido una manifestación clara de la existencia Dios. Estoy abierta(o) a ella; moriré quizás estando abierta(o) a ella". (Las (o) son agregados míos, porque creo que es lo correcto, salvo que Rodriguez sea una máscara que cubre a una mujer)
Todavía no cree en Dios, pero ¿Quien te dice que el viejo de barba no se levante de su cama a vomitar y te lo cruces por la calle? Ahí podrás decir que crees en Dios. Cita a Shakespeare, pero lo estúpido es citar a un tipo que escribió semejantes cosas para una frase tan simple como decir que no conocemos nada sobre el mundo.
Dijo: "yo hasta el momento no he tenido una manifestación clara de la existencia Dios...", queda clara su postura; Rodriguez esta abierto al diálogo, así que: ¡Dios, no seas pelotudo y bajá a hablar con éste que está abierto a recibir ofertas tuyas!
Dejamos a este milagroso poeta, y pasamos a Luis Alberto Lacalle:
"El amor es la más grande fuerza que existe en la creación, empezando por el amor de Dios por todos nosotros, aunque es una palabra que a veces está un poco ensuciada, banalizada, por lo que no es amor sino son otro tipo de sentimientos o sensaciones físicas".
Respecto a esta cita, no voy a dedicarme a decir lo que pienso al respecto de una frase tan antigua, primero porque no importa lo que yo piense de este tema, y segundo porque es muy largo para hablarlo. Pero recordemos este aforismo para más adelante.
Seguimos con Lacalle y encontramos esto:
"Cuando me quedé electrocutado Julita me salvó la vida. Esa vez estuve casi muerto porque tuve casi parálisis total del corazón. Es una cosa negra, que baja un telón, una oscuridad, horrible, horrible, se ve que no estaba con Dios yo en este momento y acá a la izquierda como los títulos de televisión y el cine: Padre Nuestro. No me acuerdo más".
Después Julita se la cobró, haciéndolo subir por la escalera después de un día difícil... y ya vemos que pasó. Un día te salvan, otro día te hacen caer por una escalera.
Dice Lacalle: "Es una cosa negra, que baja un telón, una oscuridad, horrible, horrible...", y no sabemos -creo que no- si está hablando de una noche difícil, o de una extraña aparición. ¿Que es esa "cosa negra" que baja un telón? ¿Que es esa "cosa" "horrible" y "negra" que baja un telón? Dejo la interpretación en manos del lector.
Pero si seguimos con Lacalle, nos dice " se ve que no estaba con Dios yo en este momento", y esta es la frase que nos ayuda a entender las fantasías oscuras de "cosas negras y horribles, horribles que bajan telones" que intenta comunicar Luis Alberto. Ahora retomemos el fragmento anterior, en el que hablaba del amor de Dios. Si el amor no es otra cosa que el "amor de Dios hacia todos nosotros" como él mismo dijo; ¿que pasó con el amor de Dios en el momento de la electrocución?
¿No era que Dios tiene amor hacia todos nosotros? Ahora encontramos la respuesta: Dios es Julita Pou, Julita lo salvó de electrocutarse, Julita lo castigó haciéndolo cargar con la bandeja del desayuno.
Dejemos las fantasías de Lacalle -E.T.A Hoffman se debe estar revolcando en su tumba- y pasemos a Pedro (Bordaberry, no Pedro Hugo como dicen los carteles de las calles)
Bordaberry prefiere "pensar lo menos posible en la muerte", con lo que confirmamos el primer principio de la filosofía Pedrina: "pensar lo menos posible". Eso lo demuestran sus limitadas, pero pragmáticas, tácticas de campaña -"tender puentes, no levantar muros", "somos todos uruguayos", "tenemos que tirar todos para el mismo lado", "se terminó el tiempo de las divisiones", etc...
Bordaberry explicó: "nos acordamos de ella cuando se nos muere alguien que está cerca. Sabiendo que va a llegar, tratando de hacer todo lo posible mientras ella no llega. Pero es parte de la vida, desde que nacemos estamos condenados a morir".
Hay un principio de contradicción, que seguramente tiene una explicación mucho más profunda que no podemos comprender. En la frase Pedrito dice "nos acordamos de ella -de la muerte- cuando se nos muere alguien que está cerca", pero después dice:
"Sabiendo que va a llegar, tratando de hacer todo lo posible mientras ella no llega". Primero dice que olvidamos la muerte, dice que nunca pensamos en la muerte hasta que nos toca de cerca, pero después explica lo contrario "tratando de hacer todo lo posible mientras ella no llega", inferimos que la vida de Pedro se basa en actuar esperando la llegada de "ella" (la muerte). La sentencia final es brutal y típica de este gran orador "desde que nacemos estamos condenados a morir", una gran novedad, una innovación al pensamiento de este siglo.
Según el portal 180:
"Mujica toma la muerte con naturalidad, como lo hacen los animales: "Es posible que sea un tanto panteísta y trato de adoptar la actitud de los bichos del monto. La muerte tomarla como viene, con sencillez y sin ruido. Es piadosa la muerte".
Seguro que en el momento de la muerte nadie puede racionalizar sus conductas, nadie puede ponerse a pensar "¿la tomo con sencillez, o me pongo a gritar?", pero tal vez, Mujica tiene ciertas capacidades sobrehumanas escondidas. Nunca lo sabremos. Lo que si sabemos, es que si pasamos por la calle, y el 116 nos pasa por arriba no vamos a contar con mucho tiempo para pensar sobre el tema, y seguro que hacemos ruido, sería "con sencillez y con ruido".
Pasemos al independiente Mieres:
"yo soy creyente, creo en Dios a muerte. La muerte no es el final. Creo en la vida más allá de la muerte y uno enfrenta la muerte de otra manera: que los seres queridos están y que uno va a seguir estando".
Mieres, siempre con su pensamiento independiente, dice algo poco independiente, poco desprendido de lo tradicional "yo soy creyente" ¡Que independiente! ¡Que posición original! "La muerte no es el final" ¡Que teoría revolucionaria para la ciencia y el pensamiento! "Creo en la vida más allá de la muerte" ¡Seguro que Mieres es el primero en pensar eso!
Pero no es momento de hacerse el vivo escondiéndose detrás de un LCD y un seudónimo. Aceptemos que Mieres es un genio de las paradojas; "creo en Dios a muerte" Habla de muerte, le preguntan por la muerte, y el genio dice "creo en Dios a muerte" ¿Pudieron captar la profundidad de esto?
"Tanto en el Partido Colorado como en el Partido Nacional surgieron diferencias entre la fórmula. Mientras a Bordaberry manifestó miedo a la muerte, Hugo de León lo vive en forma muy diferente: "perdí a mi padre de muy chico y sé lo que es. Los uruguayos no hablamos de la muerte, te toca y lo enfrentás. Hay muchos temas tabú y creo que la muerte es otro".
Otro tabú es el que dice "un ex futbolista mediocremente instruido no podrá acceder a la candidatura de vicepresidente para el partido, históricamente, más ilustrado".
Ahora vamos a tomar esta frase "perdí a mi padre de muy chico y sé lo que es", por más que intente recurrir a la falacia de las emociones para convencer, yo no entro en el juego, y digo: ¿que tiene que ver perder a un padre, con saber "lo que es" la muerte? Un amigo mío encontró un gusano en una manzana, así que se lo que es. ¿Se lo que es? ¿O creo saber lo que es?
Pregunto otra cosa ¿si no enfrentas a la muerte, que haces? "Mirá muerte, no te voy a enfrentar, a mi no me vas a agarrar, yo no entro en tus juegos". ¿Es posible eso? ¿Negocia la muerte? ¿La podemos enfrentar? ¿La podemos vencer?
Culminamos esta clase de conocimiento sobre muerte y amor con, como no podía ser de otra manera, el tipo más empapado en el tema:
"Por su parte, Larrañaga, quien se declara cristiano, no le teme a la muerte y lo sabe porque la tuvo cerca. "En varias oportunidades he estado al borde de la muerte. (...) Frente a esa coyuntura reacciono con una tranquilidad pasmosa que no sé de dónde proviene".
Bueno... bueno... bueno. Parece que acá el guapo nos calla la boca, él si enfrentó a la muerte, él la venció, y en muchas oportunidades. Punto para De León.
Para los que no sabían, Larrañaga trabajó durante muchos años en una mina de carbón, donde las explosiones y derrumbes eran muy comunes. En ocasión de un derrumbe de piedras, y cuando el pánico se adueñaba de los trabajadores, Larrañaga se quedó parado mientras la mina se derrumbaba. "¿Jorge, que haces? ¡Vamos, vamos a salir o morimos!", "No le temo -dijo Larrañaga con una tranquilidad pasmosa que nunca supo de donde provino- yo me quedo acá a trabajar". Todos los trabajadores murieron, menos Larrañaga.
Fin... (A cambio de su falta de temor ante la muerte, el Genio Maligno le quitó a Jorge la posibilidad de triunfos electorales mayores)
Krautrock en Pez en el Hielo
Hace 3 días