viernes, 20 de agosto de 2010

Buena agenda, pésima organización

Parece que se ha confirmado la edición 2010 del "Pilsen Rock", y lo pongo entre comillas porque debe ser así. No quiero caer en la bolsa de "los que siempre tienen algo para quejarse", pero si alguien lo piensa así, poco me importa.

Desde mediados de junio se anunció que Pixies tocaría en Buenos Aires el 6 de octubre. En paralelo, también se confirmó la presencia de Queens of the stone age en la vecina orilla para el 13 del mismo mes, en el marco del Pepsi Music (donde estará también Green Day, Rage Against the Machine, Faith no more y Andrés Calamaro, entre otros). En julio se comenzó a manejar la posibilidad de un toque de Pixies en Montevideo. A mediados del mes pasado, Malacara Producciones (Danilo Astori Jr.) "confirmaba" a Montevideo Portal y a El Espectador (digital) el concierto para el 7 de octubre en el Teatro de Verano. Sin embargo, esa "confirmación" quedó congelada; todo el hecho pareció congelado. El concierto de Pixies pareció no importar a nadie, ni siquiera a la misma productora. Ni aviso sobre futura venta de entradas, ni propaganda, ni confirmación en la web de Malacara ni en la del grupo bostoniano.

Ese punto muerto tenía su explicación: estaba la posibilidad de armar un mejor negocio. Ya en agosto, se empezó a especular con una suerte de "festival" que tendría a Pixies y Buenos Muchachos el 7 de octubre en el Teatro de Verano, y a Calamaro junta a Queens of the stone age en el Velódromo Municipal el día 16 del mismo mes. Hoy se ha confirmado, con algunas variantes: a la fecha del jueves 7 de Pixies le sumaron (algo así como teloneros) a Buenos Muchachos en el Teatro de Verano, y el 16, en la Rural del Prado; Calamaro, Los Violadores, Queens of the stone age, No te va gustar y Hereford.

No quiero que esto suene a queja, ni a intento de desenmascarar nada, el asunto no es tan importante y esa no es mi intención, en tal caso. El hecho es que las negociaciones han sido torpes hasta para el ojo más ciego: con The Pixies aprovechan la volada y al otro día de tocar en Buenos Aires los traen por Uruguay, eso no tiene nada de malo, pero que a ese concierto organizado en principio por Malacara como unidad, le sumen (aprovechando el momento) una "fecha" más de una semana después, no me suena a festival, sino a festín... y no de música, sino de negocio. No tiene nada de malo hacer negocios con la música, de hecho creo que la música (o parte de ella) precisa del negocio para subsistir: pero cuando por ahorrar unos pesos y aprovechar fechas, tratan al público de idiota, resulta demasiado.

¿De qué Pilsen Rock me hablan, cuando las fechas son con nueve días de separación, en escenarios en distintas puntas de la ciudad? Todo suena a negocio de última hora, y mal hecho. Malacara tenía a Pixies, entonces Pilsen dijo ¿y si nos unimos al business? y metieron alguna banda uruguaya para tener una excusa, y pusieron a Buenos Muchachos con Pixies (que es lo único medianamente coherente que hicieron) y Malacara llamó a Calamaro (artista de Malacara), y aprovecharon a Queen of the stone age, que estaba de pasada en Bs As para tocar tres días antes, y de paso llamaron a Los Violadores, que estaban en el freezer, y así le dieron marco de "festival" a un par de conciertos que no tenían nada que ver entre si. ¿Y cuál es el problema de todo esto? Ninguno, el asunto es el respeto y la coherencia para traer artistas y armar "festivales". Esto fue organizado a las patadas, de casualidad, por dos empresas interesadas.

¿De Pilsen Rock? Poco y nada: el "Pilsen Rock" de Montevideo empieza un jueves en el Teatro de Verano, se toma un descanso de ocho días, y más de una semana después tiene a dos bandas uruguayas, dos argentinas y una norteamericana en un escenario opuesto al otro. El Pilsen Rock ¿no era la fiesta de la descentralización? ¿no era el amable y fiestero éxodo oriental hacia el centro del país? ¿no estaba plagado de bandas uruguayas? Yo no conozco un solo festival que empiece un jueves con dos bandas y termine a la semana siguiente con cinco conciertos más, en otro lugar diferente. Basta mirar un esquema para reírse un poco de este "festival":

Día 1: Teatro de Verano
-The Pixies
-Buenos Muchachos
Día 2: vacío de viernes
Día 3: vacío de sabado por la noche con John Travolta
Día 4: vacío triste de domingo
Día 5: vacío laboral
Día 6: vacío
Día 7: vacío
Día 8: vacío, ya me olvidé de quien tocó hace días
Día 9: vacío previo
Día 10: Rural del Prado
-Queens of the stone age
-Los violadores
-Andrés Calamaro
-Hereford
-No te va gustar

Hablan de Pixies como una suerte de "previa" a lo que va a venir después. Se nota que quieren cubrir algo que no tienen por qué disfrazar. ¿Pixies, antesala de quien? Es un insulto hablar de Pixies como "antesala" de Hereford, y mucho menos de No te va gustar. Los organizadores dan asco, hacen la letra necesaria para que gente como yo los critique con argumentos simples, logran que uno termine diciendo "mirá, así se hacen las cosas en Uruguay...". No es tan grave, pero algo hay que escribir al respecto.

Ahora, la razón por la cuál está todo el texto anterior: para escuchar, una vez más, ese gran tema que es Where is my mind, de los Pixies.

martes, 17 de agosto de 2010

Sobre Inception y la fiebre del público

Esto es lo que pasa cuando se ponen ciertas espectativas, a veces equivocadas, sobre algunas películas. Esto es lo que pasó con Inception. He leído críticas para ambos lados, pero tengo que decir que la película, a mi modo de ver, tiene aires de genialidad, momentos visualmente excelentes, es cierto, pero intentos de complejidad innecesarios que la hacen torpe.

Primero que nada: Inception no tiene nada que ver con Matrix, comparar ambas películas, y lo digo con todo el respeto del mundo, es una simplificación. No porque crea que Matrix es muy buena e Inception muy mala, o viceversa. Lo digo porque se ha comparado la esencia o el tema de ambas. Creo pertinente decir que, mientras Matrix se planta en un futuro apocalíptico donde son las máquinas las que gobiernan la mente del hombre y lo transportan a una simulación social, en El origen la acción es enteramente dominada por humanos; Cobb es un ladrón que obra dentro de la mente, cuando las personas duermen, extrayendo secretos o información valiosa de allí dentro y negociándola. Se puede salir y entrar del sueño, el hombre lucra en el sueño. No encuentro mucho parecido entre ambas y no creo ineludible compararlas.

Con respecto al tema que trata Inception: no es para nada innovador, aunque pedir innovación en el cine o en cualquier rama del arte a esta altura es una estupidez. Pero el problema radica en eso, justamente: muchos piensan que Inception es una novedad, y el mismo Nolan parece creerlo así. No me imagino a Nolan sentado 10 años (como dicen) escribiendo el guión, por dos razones: no lo creo un imbécil, y en segundo lugar, creo que lo que hizo durante 10 años, si así fuese, no fue crear un libreto revolucionario como algunos dicen, sino tomar cuanto tema, elemento o tópico se prestaba para la tarea, reorganizándolo y mezclándolo con otros. Cualquiera que conozca medianamente algunos argumentos de la ficción (sea en cine o en literatura) se dará cuenta que Nolan recae en temas más que recurrentes: el sueño (Philip K. Dick "Ubik"), las posibilidades de bifurcar la realidad (Borges "El jardín donde los senderos se bifurcan"), el sueño dentro de otro sueño ("Las ruinas circulares"), la arquitectura en los sueños (Ubik nuevamente), el inconsciente entrenado, el limbo, bla, bla, bla: ¿dónde está lo nuevo? En ningún lado. ¿Dónde está lo malo? En ningún lado; lo malo está fuera de la película; está en la gente que la ve y dice "es increíble, alucinante e innovadora". La película termina pagando los platos rotos.

El director tomó los tópicos mencionados y los metió en una licuadora. Luego entreveró el argumento a mas no poder. La película tiene cientos de diálogos explicativos sobre el sueño (incluida la ya insoportable frase "usamos el 10% de nuestro intelecto"), entrevera la trama, aporta datos y más datos, crece en tensión pero nunca deja descanso, lo cuál acaba por anular la tensión; para que haya momentos de tensión los tiene que haber calmos. Da vueltas sobre si misma una y otra vez, acabando por confundir al espectador. Una cosa es pedir un espectador atento, una captación activa, lo cuál es muy sano, otra muy distinta es sobrecargar una película y enroscarla sobre su propio eje para que algún intelectualóide o estudioso salga de la sala con su ego hinchado diciendo que entendió la película.

Aunque no lo parezca, Inception es una buena película algo entreverada, una genial realización audiovisual, un compilado de temas recurrentes llevado a cabo de forma digna. De ninguna manera una revolución ni una invitación a la reflexión.

PD: no pienso releer el artículo, así que puede tener repeticiones y cosas de las que luego voy a desdecirme, seguramente. Solo quería escribir un post nuevo para apoyar la industria del blog; alerta y atenta, luchando siempre en silencio contra el Facebook, Twitter y esas formas que han extinguido el MSN.