"Lamentablemente el público más ignorante consume esa basura, como la pasta base", dijo García Vigil en una entrevista concedida al diario El Observador. El director también señaló que los cursos de cumbia villera del Ministerio de Educación y Cultura son un “testimonio de la decadencia fenomenal que estamos viviendo”.
"La cursilería y el mal gusto han alcanzado un nivel importante dentro de la creación musical del hombre. Generalmente estas cosas están promocionadas y apoyadas de manera perversa"
La verdad es que todos esperamos la frase que se pierde en el aire, todos esperabamos que García Vigil (va a ser la última vez que diga los dos apellidos, es una idiotez eso) dijera una cosa del estilo "La verdad es que no me atrae" o "La respeto, pero no me gusta" o cosas como esas que se acostumbran a decir. Para decir eso más vale callar, asi que tengo que aclarar que estoy de acuerdo parte de lo que dijo García (Vigil).
Tengo que reconocer que dentro de tanta basura asquerosa que se dice continuamente, dentro de las desagradables palabras que desprenden los candidatos precidenciables, dentro de las porquerías humanas que salen por la tele en muchos casos, etc... estas palabras de García (Vigil) son una rareza, uno puede o no estar de acuerdo, pero es imposible negar que dijo lo que piensa... no lo que tiene que decir.
A este respecto, parecería que en este país, entre la clase de los bien-hablantes, mediocres pseudo tolerantes, está de moda el uso de las palabras "respeto" y "tolerancia" en un sentido bastante equivoco. Las pequeñas personillas de discursillo fácil, creen que son "mejores y más respetables" por DECIR que respetan y toleran algo cuando internamente saben que no es asi.
Bajo el lema "diversidad y tolerancia", bajo ese lema estúpido y degradante propio de la degeneración humana, muchos creen que van a limpiar su mente. No es "estúpido y degradante" el objetivo mismo, quiero decir; no me parece mala la diversidad ni la tolerancia, pero el hecho de que sea utilizada para dejar "la conciencia tranquila", para "el discurso conciliador" eso si es triste. Es muy negativo usar con tanta banalidad términos tan importantes como "tolerancia" y "diversidad", no hay que quitarles importancia. Pero lo único que hacen es mentir y mentirse... ¡Y a mi que no me mientan públicamente porque los voy a denunciar en este blog que lo leen pocas personas!
Quiero decir, bajo la premisa de "respeto", "tolerancia" y "diversidad" (en forma de palabra, no de actos ni convencimiento), se deja sin efecto la palabra "critica"; acá muchos se creen que la crítica va desligada del respeto, de la tolerancia y de la diversidad... creer eso es triste, atrasado, estúpido y generador de idiotismo bien pensante. Es necesario entender que el hecho de criticar algo no implica la falta de respeto.
Uno puede respetar algo, respetar la diversidad, pero manifestarse critico ante algo. Yo puedo decir que la cumbia es una porquería, una desgracia, un gérmen de la exclusión y la pobreza, puedo decirlo porque lo creo, ahora bien, eso no implica que yo no pueda escuchar las otras campanas, eso no implica que yo no pueda respetar y tolerar eso que tanto me desagrada. Porque en la critica y el respeto se basa el intercambio... supongo.
Esto se refleja en las calles, si se hace una encuesta, un gran porcentaje de la población dirá "yo escucho folklore" o "yo escucho rock nacional".
Primero: el rock nacional no existe como tal, es una frase que parte de un error, puesto que solo hay bandas de rock uruguayas, no rock nacional que se distinga como tal.
Segundo: apuesto la contraseña de este blog a que el %90 de los que afirman escuchar "buena musica" o "rock" salen el sábado a bailar cumbia. Esos, esos son peores que los llamados "planchas", porque mienten y se mienten. De ahi nace el problema; hay terror a decir la verdad, hay miedo a "quedar mal".
El palabrerío de "escucho buena musica" es una cosa bastante rara e inentendible, eso si entendemos que no hay parámetros de "buena" o "mala" musica. ¿Que es buena música? La que tiene muchos acordes contestarán algunos, esos seguramente nunca agarraron un instrumento, no tienen idea de nada y harían mejor en cerrar la boca.
En conclusión; basta de hipocresía, si alguien escucha cumbia; escucha cumbia y listo, no puede negar que es el resultado de algo desagradable. Escuchar y participar de ese movimiento es promoverlo, y promover algo como la cumbia es bastante triste. Para mi forma de ver.
Dejando estos aspectos personales, retomo a García y digo: estoy de acuerdo con sus palabras en dos sentidos: en el contenido y en la forma.
La forma en que lo dice sirve para que alguien ponga atención, patea el tablero.
Creo que la cumbia es, en un principio, una expresión y un resultado de la exclusión de ciertos sectores "sociales". Esto puede deberse a muchos factores que no voy a analizar, entre otras cosas, porque desconozco y no estoy autorizado (en realida no estoy autorizado a nada de esto).
Entonces, la cumbia; como desastroso resultado de la segregación y el aislamiento de ciertos sectores, generó y genera odio: odio de los excluidos y odio de los otros. Odio mutuo.
Ese aislamiento genera resentimiento, odio, cumbia, subculturas, posturas.
Por lo tanto, el hecho de que el Ministerio de Educación y Cultura se dedique a fomentar este virus surgido de la desgracia, es un asalto a las últimas fronteras de la dignidad. Se supone que la cultura y la educación deben partir de una identidad, de un principio de progreso: de un principio de evolución, de aprendizaje. Pero en este caso, al fomentar algo como la cumbia, las autoridades lo único que logran es expandir el resultado de un filtro social excluyente, expandir la mediocridad en lugar de dar opciones.
Quiero llegar al hecho de que es imposible exterminar la cumbia, esa forma desgraciada, en tanto no se busquen las formas de eliminar las raíces de ese desmoronamiento social (pobreza, exclusión) que genera, entre muchas otras cosas; la cumbia, la violencia, la ignorancia, el resentimiento, la décadence y la reacción de García Vigil (y la mía... menos importante, claro).
Por último, tengo que burlarme de García (no puedo estar de acuerdo en todo con él, sino no tiene gracia) cuando dice:
El director de Cultura del MEC, Hugo Achugar dijo a No Toquen Nada (Oceano FM) que para García Vigil "Uruguay está preparado para cierto tipo de música y hay otra que le parece que no debería ser difundida”. Achugar no sólo se refería a la cumbia villera sino a determinadas óperas que García Vigil cree que la sociedad uruguaya aún no está preparada para recibir.
Mr. García afirma ser el iluminado que conoce toda música habída y por haber, y determina cuales son aptas para nuestras limitadas cabezas y cuales no. Creo que privar de la difusión es acercarse a algo que -supongo de entrada- ninguno quiere.
Uno puede cambiar de radio, cambiar de radio, alejarse de eso que se llama cumbia, y criticarlo a la distancia, pero tener la capacidad necesaria para tolerar que se pase esa musica por la radio, porque, como dije, no se puede eliminar de un día para el otro porque de alguna forma, esa fragmentación social se va a manifestar.
Les dejo para el final la reflexión desgraciada del amigo , Achúgar:
Acerca de la decadencia mencionada por García Vigil, Achúgar sugirió ue es la actitud de las personas para quienes "todo tiempo pasado fue mejor" e ironizó: "Ahora no tenemos apagones de luz, yo extraño los apagones de luz; no tenemos más cola para pagar Antel y ahora extraño la cola para pagar Antel; extraño el sufrimiento de antes, extraño la discriminación, extraño los dictadores no encarcelados, todo eso lo extraño. Antes todo era mucho mejor".
Achúgar, un consejo: no es gracioso hacer bromas sobre hechos tan lamentables como esos. Creo que todos entendemos lo que querés decir, pero no de esa forma. Hay cierta distancia entre el tema de la cumbia y el de los dictadores-torturadores-violadores de derechos humanos que están sueltos.
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