lunes, 22 de marzo de 2010

La guerra es...?

¿La guerra es una droga? ¿O un negocio? ¿O las dos cosas? Si la guerra es una droga, entonces necesitamos de un adicto y un negocio, necesitamos algo así como un juego de camellos y dealers; soldados y estados. Esta simple frase que queda bien y por eso se dice ("la guerra es una droga"), que aparece destacada en la película "The Hurt Locker" -que "arrasó" en los Oscar-, es ambigua, inexacta y cae, en este caso, en una interesante paradoja que vamos a analizar.

Recapitulemos, pero antes: no voy a analizar la película ni voy demasiado al respecto; porque no soy el indicado, y porque a nadie le importa. Como tampoco vi la película, me voy a valer de un fragmento, muy breve, de critica que encontré por ahí y que no voy a linkear.

""Vivir al límite" se centra en un grupo de soldados estadounidenses que arriesgan su vida desarmando explosivos en Irak, tarea que los mantiene enajenados, como si el peligro terminara siendo una adicción. Una frase del periodista Chris Hedges, en una leyenda inicial, lo explicita: “La guerra es una droga”.
Hay momentos de mucho suspenso que exponen, en cierta manera, el clima de alarma permanente en las calles de Irak, con la cámara en movimiento transmitiendo inestabilidad y una luz espesa expresando incomodidad y calor."

Simple; tenemos una película que intenta trasladarnos a la escena, introducirnos en el ámbito donde las explosiones son habituales, donde algo puede estallar en cualquier instante, donde el peligro es latente. Una fórmula, de más está decirlo, hecha para captar la atención del espectador. Supongo también que el filme busca introducirnos, o al menos ponernos al tanto de lo que sucede en la mente de estos soldados, de estos héroes/adictos/mártires/suicidas. Porque a la vez, todos esos adjetivos parecen ser justos.

¿De qué hablamos?

Los soldados ¿son héroes? ¿adictos? Son soldados, parte de un engranaje y un negocio que es la guerra. Pero bien, recordemos una vez más lo que nos dice la película en su inicio:"La guerra es una droga". Entonces, esos soldados estadounidenses que "arriesgan su vida desarmando explosivos" no son héroes, sino adictos, enfermos que participan de esa "droga" que es la guerra (recordemos que el calificativo de "droga" no es mío, sino de los creadores de la película). Pero tengo ciertas dudas a la hora de afirmar que el peligro sea "una adicción", creo entender que los soldados que desactivan bombas en Irak lo hacen porque cobran una buena plata por hacerlo, no por honor. El militar, el soldado ya no es el caballero: el caballero es (era) una figura que lucha, si se quiere, por honor, el soldado, en cambio, mata por dinero e intereses que ni siquiera son suyos. Entonces ¿la guerra es una droga o un "negocio" que busca el beneficio propio? ¿los soldados son adictos o herramientas de esa máquina del sinsentido? Me inclino más por afirmar lo segundo en ambas interrogantes: los soldados, que la película intenta postular como mártires honorables, como héroes desactivadores de bombas en la máxima tensión, se parecen más a los engranajes de un reloj que a los dependientes de una droga.

Pero he aquí la cuestión: los creadores de la cinta parecen tener un cierto fin; mostrar el estado alterado de quienes tienen que ocupar la posición de soldado en Irak... ah, dato no menor, soldado norteamericano en Irak, menudo detalle. La guerra es, para ellos, una droga, y las "víctimas" presas de esa adicción son los soldados, condenados a una vida gris y al límite. Acá está lo extraño: supongo, aunque creo estar seguro, que la guerra es algo despreciable, o al menos es algo a lo que no se desea llegar(¿?). Entiendo que la guerra es una conflicto, un enfrentamiento violento que genera destrucción y drama(¿?). Ellos, Bigelow y compañía, la plantean como una droga; y tal vez, en cierto punto, pueden llegar a tener razón, ese ya no es nuestro asunto. Pero resulta que la película en si, que aparentemente intenta mostrar la parte mas cruda del escándalo bélico, termina sirviéndose de ese drama, de esa droga. Para Bigelow "la guerra es una droga", pero una droga que sirve para ganar un Oscar, una droga que sirve para hacer una película, una droga con la que se puede jugar, y se juega. Porque la película nos muestra el lado duro de la guerra, como toda película bélica, pero, y esto es lo terrible, no deja de ser una película: busca atraer al espectador, busca engancharlo, atraparlo con sus imágenes impactantes, con "la cámara en movimiento transmitiendo inestabilidad y una luz espesa expresando incomodidad y calor", y no vamos a crucificarla por eso, porque eso es su fin. El filme condena la guerra, dice que es una droga, pero a la vez utiliza esa droga; aprovecha esa droga para captar la atención de espectador, usa esa misma condena para su beneficio, y esto no está mal, porque el cine es, antes que una clase sobre ideología y justicia, un entretenimiento.

La paradoja: película-discurso

Sin embargo, ciegos o hipócritas(¿?), los realizadores de esta película no ven esto, creen estar haciendo una dura critica a la guerra como instrumento opresor, como droga, cuando usan estas mismas cualidades para atraer los ojos del espectador.

El siguiente video muestra la segunda vez que Kathryn Bigelow sube a recibir un Oscar en la noche. Atención con el minuto 3:00 en adelante.




Si no quedó claro se puede volver a ver en este otro video (buscar el de Mejor Dirección). Lo que Bigelow hace en dos ocasiones, al recibir el Oscar, es agradecer. Pero además de los agradecimientos de protocolo, dedica la película ("The Hurt Locker") a los "uniformados".


"...Quisiera dedicarle esto a los hombres y a las mujeres del servicio militar, que arriesgan sus vidas diariamente en Irak y Afganistán..."

La película busca ser una critica hacia la guerra y sus derivados, califica a la guerra de droga, pero su directora, al recibir el premio, dedica la película a los soldados, a los uniformados, a los "adictos", a quienes forman parte de esa "droga". No solo esto, sino que agrega que "pueden regresara casa cuando quieran", que "están ahí para apoyarnos a nosotros y nosotros apoyarlos a ellos". Entiendo lo siguiente; para Bigelow "la guerra es una droga", y por lo tanto la película es clara e insensata apología. La película versa sobre la droga y está dedicada a los adictos. Si bien intenta o cree ser una crítica a la guerra en tanto droga, termina siendo, a raíz de las palabras de su directora, apología de la droga; "la guerra es una droga" ¿dice que sea mala o buena? No, dice que es una droga, y la película está dedicada a los artífices de la droga.

Esto es lo que pasa cuando se confunde el límite entre justicia social, reclamos, crítica, con el entretenimiento. Si voy al cine, voy a disfrutar y a entretenerme, en algunos casos a pensar y a reflexionar, pero no a intentar recibir cierto discurso pro humanista o lo que sea. Algo así dijo Spielberg al respecto, "no voy (al cine) a recibir un rollo ideológico".

6 comentarios:

Peter Parker dijo...

Habría que ver con qué intención se enrolan las personas; salida laboral, aventura, estatus, un escape personal o saciar el morbo -pueden haber otros motivos-.

Si entrás como paracaidista o en el escuadrón anti-bombas es porque tenés un temple especial y sed por las emociones fuertes. La adrenalina es una hormona que entre otros efectos estimula al cerebro para que produzca dopamina, hormona responsable de la sensación de bienestar, pudiendo crear adicción. Por lo tanto SON adictos.

Los perros de narcóticos también lo son ya que se los entrena drogándolos a la fuerza, para que luego estén desesperados por encontrar más sustancias, como por ejemplo en los aeropuertos.
Los perros vas a detectar droga a gran distancia por tener el olfato desarrollado, los drogadictos humanos no.

Por lo tanto esos soldados y los perros son simples herramientas de trabajo.

Joker 23 dijo...

Dudo que la mayoría se enrole por aventura o escape personal, eso solo pasa en las peliculas. Realmente creo eso, creo que ninguno de nosotros tiene mucha idea de cómo sería estár ahi, pero estoy seguro de que no es una aventura demasiado agradable, menos para un norteamericano promedio, o para un ser humano promedio. De eso estoy casi seguro, como de que la guerra y los elementos humanos que itervienen son sujetos de intercambio.

Ojo con el tema de los perros que depende mucho del uso. El perro que capta explosivos o drogas es entrenado: en nuestro país hay un predio especializado en eso, en el cuál se entrenan Ovejeros; belgas, checos y alemanes. El perro no responde por "deseo", sino por asimilación, asociacion de episodios, por entrenamiento y por instinto. Quiero contar que un conocido mío tiene la oportunidad de visitar a menudo el centro de entrenamiento y es realmente excelente el nivel para lo que es nuestro país. El perro responde cuando se le ordena la modalidad de trabajo, y deja de hacerlo cuando se le ordena ("flat"). No es una búsqueda sin control.

EL otro tema es demasiado ámplio... lo que si es claro es a contradiccion entre la película y el discurso post eventum de la directora.

Gracias por pasar y comentar...


pd: cuando en subrayado le pusieron el microfono a un soldado uruguayo que estaba por viajar al Congo a las "misiones de paz", el intercambio de palabras fue el siguiente:

-Periodista: ¿Para qué va a viajar a las misiones de paz de la ONU?

-Soldado: Por lo que lo hacemos todos, para traer plata.

Martín dijo...

Estoy de acuerdo con lo que decís, en parte, pero no en todo.

Creo que son cosas distintas lo que se muestra en la película y la realidad.

Sí, entiendo que el uso de ciertas imágenes, pueden hacer de una película algo inmoral. Creo, por ejemplo, que "La pasión de Cristo" es una película inmoral. No me queda tan claro con "The hurt locker", la verdad.

Me parece que lo más grave es el tema de las declaraciones de Bigelow, que estaba dudando entre si condenar o alabar a los soldados.

Es que existe, creo una dicotomía entre lo que implica la guerra en sí (que no la deciden los soldados), y los tipos que van a pelearla, que lo hacen, a veces porque creen que es lo correcto, a veces porque necesitan el laburo, a veces porque son loquitos...

La película, en ese sentido, no me parece que eleve la guerra a un status de nada, y sus momentos de tensión no son a costa de el sufrimiento, como dije, no es "La pasión...".

Es un tema discutible, igualmente.

Joker 23 dijo...

Gracias por tu comentario. Ciertamente; no me refiero a imagen o momento especial alguno de la película, sino a lo que pretende la película (como TODA película) y las declaraciones de su directora: que pueden tomarse, según interpretaciones personales, como apología o estupidez.

Gracias por pasar, saludos!

PD: Se entenderá también que no intenté, en ningun momento, abordar el tema pro EEUU, por una razon más que fuerte: NO EXISTE ESO, y buscarlo es estúpido.

Corto Maltes dijo...

El tema es mas profundo y escapa a la simple vision de una pelicula. Spielverg miente cuando dice que no quiere rollos de etc, etc, etc. La guerra es necesaria para mantener las cosas tal como estan, con poderosos por un lado y sometidos por otro. Para mantener un estado asi es necesario engañar a la gente para que sea capaz de morir por mi propio interes, para que yo puede tener el poder o el estatus o lo que sea que tienen los poderosos. Para engañar a la gente es necesario empesar cuando son bien chiquitos y entonces en los primeros años de escuela arrancan con el machacate constante de la perorata de la patria esto y la patria lo otro. Les enseñamos fraces como (aqui en uruguay) "Orientales la patria o la tumba". En EEUU es mucho mas profundo el lavado de cerebro. Con peliculas como estas lo que se logra es hacer ver, a los que tienen que ir a la guerra, que esta no es facil, que es mas bien dura pero que es necesaria. Nadie hace paliculas en las que se cuestione por que EEUU tiene que ir a la guerra. En Argentina tampoco se cuestiona por que hay que mandar a los chicos a defender malvinas o a morir por la patria. La patria es el invento mas efectivo que se pueda haber creado para lograr que un monton de gente muera para defender intereses que no los tocan en lo mas minimo. Ejemplo de ello se puede ver en la segunda guerra mundial.

Joker 23 dijo...

En Argentina se cuestiona desde hace muchos años el asunto de los jovenes muertos en las Malvinas, hay desde columnas hasta artistas dedicados a eso.

Creo que ese "lavado de cerebros" del que no es la primera vez que escucho, no es más que el producto de la búsqueda incansable de nosotros por encontrar "algo" perverso detrás de todo, por encontrar nuestra preciada teoría conspiratoria tras lo que aparentemente es simple. Si buscamos eso siempre lo vamos a encontrar, pero yo creo que muchas películas no existen para lavarle la cabeza a nadie, existen para entretener, si después pasa algo o no, ese es otro tema. Eso es algo similar a decir "la Alemania nazi es, en gran parte, el resultado de lo que escribía Fredrich Nietszche"... es bastante miope ese ejemplo.

Justamente, yo no veo el mensaje pro EEUU del que se habló a propósito del argumento de esta película. Y en tal caso ¿vamos al cine a escuchar palabreríos y discursos a favor o en contra de algo? Yo, personalmente, nunca miré una película para eso, sino para entretenerme.

Igual, como decís, no se agota en este post el tema.

SALUDOS.